¿Existe la Biblioteca 2.0 en México?

Si hay algo que nos gusta a los bibliotecarios en México, es decir todo el tiempo que somos profesionales de la información, que somos intermediarios información-usuario, que estamos a la vanguardia en materia de tecnología y la utilizamos a favor nuestro y de los usuarios para permitirles el acceso a los documentos. Me pregunto, cuántos de esos bibliotecarios a los que he escuchado en los Encuentros de Bibliotecología o eventos similares, realmente están inmersos en Web 2.0, es más cuántos de ellos pertenecen a una red social, no para matar las horas de ocio en una biblioteca, sino como un medio de crear contenidos y compartirlos con otros colegas. La experiencia me hace pensar que los pocos bibliotecarios que conocen redes sociales como Facebook o tienen un mensajero los utilizan básicamente como un espacio para llenarlo de flores, funwalls o aplicaciones que nada tienen que ver con nuestra esencia, que es el manejo de la información. Pero quiénes de ellos están realmente creando contenidos o compartiendo información a través de redes sociales, wikis, blogs, etc.

Para los que no entienden aún mi preocupación, comencemos por el principio: qué es la web 2.0? El concepto de Web 2.0 fue descrito por O’Reilly en 2005 en el cual se hace referencia a las aplicaciones web enfocadas al usuario y donde es éste el creador de los contenidos y no sólo un consumidor. Entiéndase pues que la Web 2.0 la conforman las aplicaciones como los blogs, Wikis, Redes Sociales, Sitios para compartir fotos, contenidos multimedia, entre otros, y donde el usuario es el generador de los contenidos existentes en estas aplicaciones.

Qué entendemos entonces por Biblioteca 2.0?
La Biblioteca 2.0 es la aplicación de las tecnologías de la Web 2.0 enfocada a los servicios y las colecciones bibliotecarias. Pensemos en el uso que los bibliotecarios podríamos darle a LibraryThing como un catálogo bibliográfico masivo donde encontrar información; pensemos en Twitter para dar a conocer de manera inmediata a otras bibliotecas nuestras nuevas adquisiciones; pensemos en Facebook como una red social donde crear grupos de bibliotecarios o bibliotecas especializadas en diversos temas.

Me temo que en México los bibliotecarios aún estamos enfrascados en hablar de la Biblioteca Virtual o la Biblioteca Digital que de innovador tiene que son sitios web donde podemos acceder a documentos en texto completo (porque al menos hasta ahora yo no conozco una biblioteca digital mexicana que tenga los servicios de la Biblioteca Virtual Cervantes y las que existen como la BiDi de la UNAM tienen su acervo digital disponible sólo para dicha comunidad universitaria). Me temo también que aún muchos bibliotecarios siguen enfrascados en presentar en los Encuentros de Bibliotecología estudios de usuarios, que si bien, son importantes para dar a conocer la situación de una biblioteca, no nos aporta nada más (pongo un ejemplo: las fuentes más consultadas por los usuarios de la biblioteca universitaria “X”, o las estadísticas de asistencia de usuarios a dicha biblioteca; será de gran utilidad para que esa biblioteca “X” replantee sus servicios pero sólo le servirán esos estudios a esa biblioteca). De qué nos sirve decir que somos los profesionales de la información, si no somos capaces de tener nuestros sitios actualizados, y ni que decir de incluir RSS o blogs en los sitios Web de las asociaciones bibliotecarias en México.

En definitiva, aún nos falta mucho para poder hablar de Biblioteca 2.0 en México y utilizar estas aplicaciones de manera eficiente y así lograr beneficiarnos de la misma. Mientras sigamos preocupados por hablar de etiquetas, esquemas de clasificación, reglas de catalogación (que desde luego son útiles y son parte de la esencia bibliotecológica, pero no lo son todo en nuestra profesión) y sigamos ignorando todas estas aplicaciones, no podremos avanzar ni lograr que la bibliotecología entre de lleno a generar y compartir contenidos en la Biblioteca 2.0.