El Valor de un Libro

Portada el Psicoanalista

Hace un par de días, en el post Libro electrónico o libro impreso, ¿cuál es más barato? les hablaba de un comparativo de precios entre los libros en diferentes formatos: papel, ePub, Kindle, iBooks; curiosamente aunque mucho se ha discutido que el costo del libro electrónico debe o debería ser menor que el del impreso: sin embargo, en la práctica las cosas son bien distintas y siempre resultará un poco complicado determinar el valor de un libro.

Y todo esto viene a colación porque, a pesar de que últimamente mucho hablemos del libro y también hablemos del supuesto bajo costo del libro electrónico; parece que olvidamos cuestionarnos sobre el valor de un libro impreso. No hablo del valor del libro-contenido, porque ese es incalculable dependiendo del lector y la lectura que se haga del mismo; sino del valor del libro entendido como objeto.

Es por todos sabido que los bibliófilos y coleccionistas gastan grandes cantidades de dinero en ediciones raras y de lujo; pero los lectores de a diario a veces también gastamos mucho para enriquecer nuestras colecciones personales.

Les comento esto porque hace algunas semanas, mientras recorría los estantes de una librería, encontré dos ediciones de El Psicoanalista, de John Katzenbach; la primera, es la edición en tapa dura de Ediciones B y la Edición Rústica de Librinos. En aquel entonces me sorprendió mucho ver que la edición rústica de Librinos era más cara que la de tapa dura, la diferencia era al menos de MX$70. De eso hace ya al menos un par de semanas y los precios se ha invertido y vuelto a los costos “normales” de una edición rústica frente a una de tapa dura (Librinos de Ediciones B, MX$200; Ediciones B, MX$260).

Esto me deja reflexionando sobre el valor del libro-objeto y lo que invertimos en un libro que muchas veces no presenta la mejor edición. Me explico, aunque a muchos tenga vueltos locos las ediciones de Librinos, y aunque quizá el formato permitiría una lectura más cómoda, la tipografía y el papel dejan mucho que desear, si a esto le agregamos que es una edición de bolsillo, no hay motivo para que ésta fuera en algún momento más cara que la de ediciones B y siga siendo más cara frente a otras ediciones que también son de bolsillo y que tienen un costo de MX$165.

Mucho nos quejamos de los precios de los libros; sin embargo, ¿que nos lleva a decantarnos por una edición rústica que es más cara que otra que también es rústica? desde luego la edición “bonita”—o mejor dicho “curiosa” para hacer honor a la verdad—, es decir, nos estamos decantando por el libro como objeto.

A su vez, esto me lleva también a pensar no sólo en los lectores y consumidores, sino en los que hacen los libros (no hablo de escritores, sino las editoriales); ¿quién determina el valor de un libro? y ¿con base en qué?

En México, desde hace más de un año los responsables de establecer el precio del libro son los editores o importadores. Como parte de la Ley de fomento para la lectura y el libro, (aprobada el 26 de abril de 2006), se publicó el 23 de abril de 2010 la “Ley de Precio Único del Libro” misma que fue ratificada el 1 de septiembre de 2011 por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (máxima instancia de impartición de justicia en México) cuando Walmart se quiso amparar para no acatarla, dicha ley obliga al “_… establecimiento de un precio fijo de venta al público para el libro, a cargo del editor o importador_” , este precio único tendrá una duración de dos años y se supone, beneficiará a los lectores y promoverá la lectura.

Queda sin resolverse la pregunta ¿con base en qué se establece determinado precio para un libro? es claro que Katzenbach es un top de ventas (sobrevalorado, diría yo) y puede que por ahí encontremos una pista: los bestsellers venden más, pero ¿eso es determinante para que un libro valga más?

¿Cuál es el verdadero valor de un libro? ¿cuánto deberíamos pagar? ¿estamos pagando por el contenido o por la edición?

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