Hace unos pocos días Julio Pesquero lanzaba en su Timeline de Twitter la pregunta que lleva el título de este post y la complementaba con otra pregunta: “¿Acaso hicimos lo mismo con el ordenador, dvd, vídeo o el móvil?”.
Los 140 caracteres de twitter no me fueron suficientes esta ocasión, así que pensé que lo mejor sería un post sobre mi percepción:
Creo que el asunto de fondo es que hasta ahora ningún medio había representado una amenaza directa a lo que muchos consideran la “esencia” de la biblioteca, el libro. Desde luego, en ambos casos es equivocada la percepción, que ni la esencia de la biblioteca son los libros y tampoco el libro electrónico es una “amenaza”; sin embargo, es un hecho que muchos ven en este nuevo soporte la desaparición del libro impreso, lo más pesimistas, la desaparición de la biblioteca misma y por tanto, se vuelcan inmediatamente a defenderlo y a rechazar tajantemente cualquier soporte entrante por útil que sea; y, como es de esperar, los bibliotecarios que vemos una oportunidad nos lanzamos a su defensa.
Corríjanme si me equivoco pero creo que no hicimos lo mismo con los soportes que menciona Julio, al menos no en la medida que lo estamos haciendo con el libro electrónico y esto se debía a que quizá el DVD o el video no amenazaba directamente al libro, pues simplemente entró en la sección de medios audiovisuales, otra de las muchas formas de información, pero al fin de cuentas alejado de la estantería de libros; el ordenador si no mal recuerdo, representó hasta cierto punto una amenaza hacia el bibliotecario, pero de entrada fue visto como una oportunidad en materia de OPACs y administración de la biblioteca; con el caso del celular, en México no se ha dado, sin embargo, es un complemento al e-mail para enviar avisos a los usuarios respecto a sus consultas.
Coincido totalmente con Julio, con la entrada del libro electrónico a la biblioteca debería ser igual o incluso más fluída que cualquier otro soporte, pues al final de cuentas estamos hablando del libro como contenido y no como objeto; desafortunadamente, como lo mencionaba en mi post El futuro de la biblioteca en la era del e-book el hecho de que muchos, incluidos bibliotecarios y editores, lo vean como una amenaza, nos hace el camino complicado y lo convierte en un verdadero reto, y es precisamente cuando tenemos que comenzar a hacer labor de convencimiento, presentando los pros y los argumentos necesarios para que la gente los vea como una oportunidad y no como una amenaza. Quizá es en este punto cuando da la impresión de que algunos nos “empecinamos” como menciona Julio.
Creo que esta pregunta encierra un “no debería ser” que comparto totalmente, los bibliotecarios no tendríamos por qué estar “convenciendo” sobre la difusión de cierto tipo de material, sea el que sea, y simplemente adoptarlo si nuestras necesidades y las de nuestros usuarios lo reclaman. Desafortunadamente, el panorama es distinto y así como están los que se empecinan, están también los que lo rechazan. Me temo pues, que este será un tema que vendrá rodando a los bibliotecarios por un buen tiempo, pues no sólo replantea la posición del libro, sino que toca a los bibliotecarios y su quehacer diario.
Ustedes que creen: ¿nos estamos empecinando en la difusión del libro electrónico? ¿no debería ser así? ¿algún otro soporte o tecnología nos ha representado el “estira y afloje” que nos representa hoy en día el e-book?
Buenos días, tendríamos que diferenciar entre el soporte que es el caso del DVD, PC etc…, y el “Libro elelctrónico”, que no es un soporte, es un libro virtual, el soporte es el dispositivo electrónico o ereader o aparato en el caso del libro electrónico.
Saludos
Hola Jaime:
Muchas gracias por tu observación, aunque no necesariamente: el 1 de julio de 2010 la Real Academia de la Lengua Española aceptó la inclusión del término “libro electrónico” que incluye desde ese entonces el concepto de e-book (contenido) y e-reader (soporte). Tal como ocurre con el término “libro” que hace referencia al objeto y a su contenido. Acá el dato en el blog: http://uvejota.com/articles/272/glosario-bibliotecologico-libro-electronico
Saludos
Hola Veronica, así se lo hice al trasladar a nuestra RAE en su día antes de que se aprobara, la diferencia entre un ebook o libro electrónico a un ereader o lector.
El tiempo pondrá cada palabra en su sitio.
Saludos
Lo intento de nuevo Verónica. Verás mi “exabrupto” en twitter parte de la incompresión y la sorpresa ante la actitud de bastantes bibliotecarios en la promoción del libro electrónico. En primer lugar es un producto comercial que genera beneficios a los fabricantes y no entiendo que las instituciones públicas, a través de sus trabajadores, tengan que difundir este producto (además sin recibir nada a cambio). En segundo lugar, lo queramos ver o no, el e-book no acaba de cuajar en la sociedad; el libro electrónico lleva ya décadas y, a diferencia de otros productos de información y comunicación como el dvd, vídeo, pc, el libro electrónico no es un intermediador que esté extendido socialmente. En tercer lugar nunca ha habido por parte de las bibliotecas, al menos en España, una campaña para promocionar otros productos tanto o más válidos que el e-book, me refiero a que las bibliotecas públicas nunca han difundido con ahinco que las personas usen el pc, o el portátil o el móvil (celular);). Finalmente, creo, el e-book no aporta nada, nada, que no tengamos ya en un portatil, en un tablet o incluso en un móvil. ¿Por qué entonces nos empecinamos en difundir el e-book contra viento y marea? Por todas estas razones no coincido contigo en pensar que el e-book constituya una amenaza para las biblioterios o las bibliotecas. Simplemente no entiendo a qué viene ese empeño. ¿Es por que el cacharro incluye la palabra libro? ¿Es por que todo lo que semeje un libro ha de ser difundido en la biblioteca pero no el cine, el teatro o la música? En el fondo me parece una actitud demasiado tradicionalista; si claro, lo difundidimos por que es un libro con electricidad. En fin Verónica espero haberme explicado; en el fondo siempre creo que nos sobra información y nos falta reflexión. Un abrazo desde España.
Hola Julio
Muchas gracias por tu comentario, comienzo con tu tercer punto:
En México tampoco ha habido una campaña para promover cualquier otro soporte, al menos no que yo la recuerde. Creo que esto está relacionado con algo que menciono en el post, el libro electrónico por vez primera “amenaza” o, mejor dicho, hace que algunos profesionales en el area sientan que es una “amenaza” directa y real hacia el libro impreso, lo que hace que se vuelquen a rechazarlo y ahi es donde entramos los entusiastas que vemos en él una oportunidad que no podemos dejar pasar para incentivar la lectura y el uso de las bibliotecas.
Difiero un poco cuando dices que el e-book no aporta nada especial o distinto a lo que otros soportes ya nos ofrecen. Yo siempre he dicho, que al final lo que importa es el contenido, no el continente; sin embargo, creo que la llegada del libro electrónico sí ha hecho que muchos “no-lectores” comiencen a hacerlo, creo también que es una forma de llegar a un público distinto que quizá no se sentía atraído con el libro tradicional.
Coincido totalmente en que la entrada del libro electrónico en la biblioteca debería ser tan fluida y sin cuestionamientos, como ha sido la entrada de otros soportes y tipos de información. Pero vuelvo a lo mismo, el hecho de que toque tan de cerca el medio tradicional por antonomasia (el libro impreso), hace que muchos lo vean con recelo y lo rechacen… lo que a su vez, hace que otros lo defendamos y veamos una oportunidad.
Creo que en esta discusión hay malos ejemplos, por no decir pésimos.
1. La PC no es un soporte exclusivo, dedicado y enfocado a la lectura de ebooks, no es un e-reader.
2. El DVD y el video no están en el mismo plano, el dvd puede servir para cosas diferentes, el video puede ser leído en diferentes plataformas sin que necesariamente esten enfocadas solo el la reproducción del mismo.
3. Es irrelevante si el e-book existe hace décadas o no. El quid del asunto es que los lectores especializados, hechos para portar estos libros, eran muy costosos y ahora han bajado considerablemente, representando una gran ventaja en comparación con cargar en la espalda 30 libros impresos.
El formato, PDF, epub o lo que sea creo que no es el punto, el pdf existe para impresión de libros hace mucho.
El punto es la difusión de los e-readers, que son lo que cambiará esto. Por e-reader entiendo, explicado con peras y manzanas, un Kindle, un Sony Reader, un Nook o el mismísimo iPad.
Son soporte, ustedes saben… con un formato similar, muy muy portátiles, letra grande y algunos incluso con una tecnología de pantalla totalmente diferente a la pc o el celular, que imita decentemente el papel.
Aclarado lo anterior, asumo que la defensa del e-book debería girar hacia el combo completo, y que, es natural que se defienda un formato que tiene características únicas por la forma en la que “interactua” el usuario con estas, cosa que NO sucede igual con el DVD y el video.
Un e-reader lleva en sus lecturas la misma dinámica del libro tradicional y algunas nuevas, como algunas ediciones que permiten interacción en un chat o grupos de trabajo.
Ni leer ni compartir la lectura había sido tan viral antes, que ahora incluso los considerados por los “más cultos” como ignorantes, están leyendo.
P.D. Yo no soy bibliotecario, soy lector.