Módulo de lectura MOLEC 2018, ¿disminuye población lectora en México?

módulo de lecturaEn abril pasado el INEGI publicó el Modulo de lectura MOLEC 2018 (sustentado en la Metodología Común para Explorar y Medir el Comportamiento Lector del CERLALC y la UNESCO), un estudio en el que se presentan datos estadísticos actualizados sobre el comportamiento de los lectores mayores de 18 años que residen en áreas con una población a partir de 100,000 habitantes y que considera como materiales de lectura libros, revistas, periódicos e historietas en formato impreso o digital, además de lectura de páginas de Internet o blogs. 

El Módulo de Lectura MOLEC 2018 resulta por lo menos soprendente en lo relacionado con los lugares destinados a la lectura, donde no están los que se podrían considerar más naturales para estas actividades; con los tipos de lectura por sexo y con los formatos de lectura en los que por algún motivo no se incluye a los audiolibros y en donde la lectura en formato electrónico aún no despega y donde siguen sin aparecer los audiolibros. Acá algunos de los datos que encuentro más interesantes:

Quizá el dato más relevante, y no en un sentido positivo, es que  el número de lectores mayores de 18 años ha ido disminuyendo paulatinamente: en 2015 era el 84.2%, 80.8% para 2016; 79.7% en 2017 y 76.4% en este 2018. Esto representa un descenso de casi 8 puntos porcentuales en sólo cuatro años. Aunque, recordemos también que hay algunos otros estudios que indican lo contrario. 

De la población considerada por el Módulo de Lectura, 97.7% es alfabeta y de estos, el 76.4% declaró leer al menos uno de los materiales de lectura del MOLEC. De cada 100 personas, 45 han leído al menos un libro. Sin embargo, en 2015 eran 50 de cada 100.

Sexo y tipo de lectura:  la proporción de lectores hombres es mayor que las mujeres, 80.1% y 73.1%, respectivamente. Sin embargo, es mayor el porcentaje de mujeres que leyó algún libro en los últimos 12 meses, 46.5%, frente al 43.6% de los hombres. Mientras que los hombres leen más periodicos, páginas en internet, blogs e historietas, 53.1%.

Lo que más se lee es literatura, 40.8%; los libros de texto se encuentran en segundo lugar con el 33.6%; los libros de autoayuda están en tercer lugar de lo más leído con 28.2%.

Formato: el 84.9% prefiere leer en formato impreso, 89% busca revistas impresas y 91.6% periodicos impresos y sólo el 10.7% leen libros en formato digital.

A pesar de esta diferencia notable entre los que leen en impreso y digital, el porcentaje de los lectores en este formato ha ido aumentando constantemente; mientras que en 2005 sólo era el 5.1 de la población mayor de 18 años, como ya vimos en 2018 este porcentaje se ha duplicado. Encuentro sumamente interesante este dato y me pregunto si realmente se trata de preferencia de un formato o, si esto se debe realmente a que la oferta sigue sin ser la misma en impreso y en electrónico, también puede ser que los lectores siguen sin conocer el formato electrónico, que el acceso no es el mismo, que los lectores no están acostumbrados y/o no confían en las compras electrónicas, etc. 

Tiempo de lectura y nivel educativo: 39 minutos en promedio, aunque el nivel educativo si juega un papel esencial, por ejemplo, los lectores con al menos un grado de nivel superior leen en promedio 49 minutos; mientras que las personas con educación básica sin terminar, como es el caso de la secundaria leen en promedio 29 minutos. 

Pero, ¿por qué lee la gente? Por entretenimiento 39.3% para los que leen libros y 65.6% para los que leen revistas. Los que leen periodicos (62.1%) lo hacen por “cultura general”. 

Y ahora, ¿por qué no lee la gente? Falta de tiempo, 45.6%; falta de interés, 24.4%; y preferir otras actividades, 14.8%. Un trabajo en el que sin duda las bibliotecas y los/las bibliotecarios tenemos un gran trabajo pendiente para lograr que la lectura sea una actividad tan atractiva como cualquier otra al punto que la gente se haga un tiempo para leer. 

¿Dónde se lee? el hogar es el principal lugar para la lectura, seguido del lugar del trabajo. Resulta curioso que las bibliotecas, espacios que podrían considerarse naturales para la lectura, no figuren entre los espacios destinados para la lectura, lo cual es un trabajo pendiente para los bibliotecarios. Me resulta sorprendente, extraño quizá, que el transporte público no aparezca como lugar destinado a la lectura.

Quiero cerrar este post con uno de los resultados al que las y los bibliotecarios debemos prestar especial atención: el papel de las bibliotecas. De acuerdo con los resultados del Módulo de Lectura: sólo el 9.8% de la población asistió a estos espacios para adquirir en préstamo materiales de lectura y sólo el 24.6% recibió en el hogar estímulo para asistir a estos espacios. Es decir, las bibliotecas siguen sin figurar como un espacio natural para la lectura y no se hace mucho desde la escuela y/o el hogar para fomentar su uso, pero menos desde la misma biblioteca para convertirse en espacios atractivos para la lectura. Mucho que hacer en este terreno.

Valdría la pena que para encuestas futuras se amplíe más el espectro de materiales de lectura donde se incluyan audiolibros; además que, como ya lo comenté, vale la pena revisar más el papel de las bibliotecas y del transporte público como lugares de lectura.

Comentarios (2)

  1. Avatar for Veronica Juárez
    Isabel Páez
    7 junio, 2018

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